martes, 7 de diciembre de 2010

HOTEL

Guillermo Fadanelli, vicios y placeres de la urbe en Hotel DF


By frodriguez

Created 12/07/2010 - 00:54
La Ciudad de México, protagonista de su obra

Es una novela que busca reflejar “la fauna” que puebla la Ciudad de México, sobre todo el ir y venir de sus vicios y sus placeres, las historias íntimas y duales que existen en cada hotel.

Durante seis años Guillermo Fadanelli vivió en la calle de San Jerónimo, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, a una cuantas cuadras del Hotel Isabel; aunque nunca se hospedó en el lugar, lo convirtió en escenario de su más reciente novela: Hotel DF (Mondadori, 2010), porque le pareció el espacio ideal para concentrar la metáfora acerca de una ciudad ingobernable.



“Comencé la novela en Berlín, lo que me dio la distancia necesaria para poder escribir de una ciudad que me resulta al mismo tiempo adorable y repugnante. El Distrito Federal es un tema que no elegí, se me impuso, porque he vivido aquí toda mi vida y tengo un mapa psicológico personal de la ciudad.”



Es una novela que busca reflejar “la fauna” que puebla la Ciudad de México, sobre todo el ir y venir de sus vicios y sus placeres, las historias íntimas y duales que existen en cada hotel.



“No tiene dirección, es un tanto caótica, hay personajes de todo tipo: extranjeros que vienen a pasar unos días en el Hotel Isabel, delincuentes, artistas, periodistas…, personas cuyas vidas no son tan interesantes y no tendrían por qué haber sido narradas en una novela.”



Una sola historia en la que convergen muchas, al final metáfora del caos, de la malicia, del azar que definen a la urbe, al grado que el escritor espera que al terminar de leer la novela, el lector se sienta tan agobiado y tan agotado como si habitara la ciudad: que la ciudad se les caiga encima y la lleven sobre la espalda durante la lectura, es la apuesta de Guillermo Fadanelli, en Hotel DF.



Tras la supervivencia



Guillermo Fadanelli, autor de títulos como Compraré un rifle y Lodo, recuerda a Walter Benjamin al momento de definir las ciudades como un ente colectivo: un asilo de desterrados, en el que se vive al lado de personas que no sólo no conoces, sino tampoco quieres; se limitan las pasiones, los deseos o las ideas con tal de vivir en paz con el otro.



Sin embargo, el escritor es consciente de las dificultades de ofrecer una mirada completa de lo que representa el Distrito Federal, en particular en nuestro tiempo. “Tendría que ser una suma de voces que nos dé una idea, siempre lejana, de lo que es la Ciudad de México; esa mala broma de Dios, que es el Distrito Federal, en la novela dibujada desde mi personal perspectiva y vivencia, porque en ella puedes divagar, hundirte, puedes transformarla: es mi auscultación, el testimonio de mi vida en una ciudad”.



México. Jesús Alejo

EN: http://impreso.milenio.com/node/8877334

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