viernes, 1 de octubre de 2010

¿KISS O CHISS?


Va:

Se arma el ambiente entre cuarentones y quinceañeros

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  • 2010-10-01•Música
En la cita quedó claro que la Kissmanía no tiene edad
En la cita quedó claro que la Kissmanía no tiene edad Fotos: Alejandro Godinez y Ángel Delgado / Clasos
Entre playeras, sudaderas, llaveros, tazas y decenas de personas, las calles aledañas al Palacio de los Deportes fueron invadidas por la Kissmanía.
Cabelleras largas, prendas negras y mucho rock and roll fue lo que se respiró horas antes de la tan anhelada presentación de la banda neoyorquina.
Desde las salidas de las estaciones del Metro Velódromo y Ciudad Deportiva los cientos y, quizás ya miles de fans, se congregaron desde muy temprana hora.
Quinceañeros y cuarentones pintaron su rostro de negro y blanco tal y como sus ídolos, lujo que se dieron con tan sólo 50 pesos; ante la invitación de los vendedores que desde las 3 de la tarde se apostaron en las calles aledañas al Domo de Cobre.
“¡Arriba Kiss!”, “¡Qué comience la fiesta!”, fueron algunas frases que los seguidores de la banda gritaron; mientras hacían las largas y típicas filas para ingresar al recinto, desde antes de las 6 de la tarde.
“¿Te sobran boletos o quieres boletos?” Eran las frases que venían de los revendedores desde las inmediaciones de la avenida Churubusco y Avenida Añil, comerciantes que predominaron durante la espera.
“¿Papá, me compras esa sudadera?” fue la interrogación que le hizo Martín, de tan sólo 10 años, a su progenitor, dando señal que para la Kissmanía no hay edades.
Videos en alta definición que incluyeron gran parte de los éxitos de la banda fueron el souvenir favorito de los fans, pues su precio accesible de 20 pesos fue el principal éxito de la vendimia.
“I Was Made for Lovin’ You” entonado desde decenas de gargantas, fue el tema que ambientó la tediosa, pero ansiosa espera de los asistentes que esperaron cerca de seis años para volver a ver a su grupo favorito.
Entre el público había de todo, desde las largas cabelleras rockeras hasta las extravagantes botas que Gene Simmons, Paul Stanley, Eric Singer y Tommy Thayer impusieron moda como grupo desde los 70.
“Me emociona ver de nueva cuenta a esos cuates, que desde que me acuerdo que era joven me inyectaban de energía, sus canciones, su estilo y forma de vestir ha hecho de ellos un fenómeno en todo el mundo. Ya le tocaba a México verlos de nuevo”, expresó el señor Mauricio, de 57 años de edad.
La Kissmanía seguía a las afueras del Domo de Cobre, pese a ya haber iniciado la fiesta musical, con las presentaciones de los grupos Ruido Rosa y The Envy, los teloneros.
Ana Luisa Castillo | Ciudad México
EN http://impreso.milenio.com/node/8840829



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